Solo él cree en mi locura desenfrenada y cuerda, cree en que soy un ser producto de la combinación de la vesania y la sevicia, cree que nací de los seres más lascivos del universo, Los Ictraktis Ankus, que solo existen en mi mundo y en el suyo, porque sentados en aquel césped lo inventamos juntos…
Entre palabras, suspiros, preguntas, respuestas y algunas confesiones, él y yo creamos al Unicornio entaconado Rosado e invisible con alas, Nuestro Dios del Universo jamás creado, Donde reina la materia que existe en la eterna nada.
Por eso Adoro a ese ser, ese extraño individuo, porque él es un ente medio Humano medio lobo…
Aduma se encuentra en el bosque prohibido y recuerda los momentos de las 567 noches, que en realidad fueron tres, tres noches de locura, pasiones y miedos en la espera de no ser encontrados el licántropo y yo… Ella recuerda cada sonido, movimiento y sensación… Ella jamás olvidará a aquellos dos… aquellos dos que tan lejos están ahora... Aduma cree que se convertirá en piedra antes que las piedras existan en el mundo que no es mundo y que ni siquiera existe... Así que seguirá en la espera, la eterna espera de la absurda búsqueda.
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